miércoles, 5 de enero de 2011

Una reseña literaria.

He leído “La consagración de la primaVera” de Alejo Carpentier.
El título lo reescribo así porque su protagonista principal, la “buena”, se llama Vera y es una rusa que ha sufrido y huido sin saber por qué (su padre era comerciante y escapa a Londres de la revolución soviética).
Después de participar en la famosa compañía de ballet de Diaguilev, con estrépito de éxitos y ruinas, Vera se enamora de un hispanista francés que coincide que es comunista, aunque nunca hablan de política (ella tiene en el alma  la amargura de lo perdido y la morriña rusa; tampoco quiere saber nada de revoluciones). Este hombre, Jean Claude, termina luchando y muriendo en la guerra de España, adonde acude la protagonista en la primera página, a verle en un hospital. Aquí encuentra a dos cubanos: un trompetista -que reaparecerá al final-, y un estudiante, Enrique que, muerto Jean Claude, terminará llevándose a Vera a Cuba.
Él se convierte en arquitecto, a sabiendas de que tendrá que planear mansiones para los burgueses, y también en narrador en primera persona de la novela, como ya era Vera. Sucede una particularidad interesante: que no narran la historia en el mismo tiempo. Entonces el lector se va enterando de cosas por Vera que luego redondea Enrique, y ocurre un giro dramático que no destriparé.
Se produce el golpe de estado del sargento Batista.
En Cuba, Vera se ha enfrascado en un quijotesco empeño: representar la Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky, famosísima pieza de ballet cuyo estreno en París, es el escándalo más sonado de la historia de la música.
La protagonista, que conoce varias escuelas de ballet clásico, interpreta que una música como la de la Consagración de la Primavera, tan dura, tan rítmica, tan esquemática y que tiene un argumento de primitivismo y sacrificios tribales, debería ser bailada por bailarines cubanos, con una fuerza de danza pura, no contaminada  por los vicios y encorsetamiento del ballet tradicional (que es la decantación de  movimientos muy elegantes e ingrávidos, muy afrancesados).
Vera se propone hacer una versión más telúrica, más brutal (estoy harto de oír este adjetivo pero no he encontrado otro más apropiado) ya que el haberlo orientado  a la manera del ballet clásico  ha traído como consecuencia que la obra nunca haya triunfado en los escenarios tal como fue concebida: danza.
Para ello, Vera debe formar una escuela en La Habana que conjugue la carpintería clásica  con la madera racial que aportarán los bailarines cubanos. A esta escuela irán, por estética burguesa, jovencitas de la clase alta y también jóvenes negros. Vera está con las tribulaciones propias de todo creador, teniendo como icono permanente una zapatilla de ballet firmada por la gran diva rusa Ana Pávlova.
Entre estas tribulaciones, (quiere estrenar en Nueva York, pero las autoridades norteamericanas no les dan visa, luego consigue apalabrar un estreno en París, porque esta completamente segura que el ambiente de la Habana no tolerará estrenar una obra tan vanguardista y menos bailando negros con blancas) no se entera de lo que hace su marido que está apoyando las conspiraciones que llevarán a la revolución cubana. Ni tampoco del ambiente peligroso en el que se mueve siendo rusa y el hecho de estar permitiendo esta mezcla racial.
Ya no destriparé más de la historia de Vera y Enrique.
De fondo se narra el asalto al Cuartel Moncada por Fidel Castro, la revolución cubana, y ya, dentro de la historia de la pareja, el intento de invasión de Bahía Cochinos o Playa Girón. Al final, Vera, que ha padecido dos revoluciones la rusa y la de la España Republicana en guerra, parece que asume por fin que no puede sustraerse a la historia del siglo XX.
(Tengamos en cuenta que Alejo Carpentier murió casi una década antes de la caída del Muro)

Está, como obra de un escritor hispanoamericano de los grandes, muy bien escrita. Tiene excesivas referencias a la música clásica, pero a mí, que me considero bastante conocedor, me han resultado digeribles -aunque no creo que lo sean para todo el mundo-, y a la literatura clásica. Estoy seguro de que Alejo Carpentier es también muy amante de los clásicos españoles. La obra, en sus primeras tres cuartas partes, no es nada panfletaria. Está escrita en 1978 y se pueden atisbar críticas a la revolución rusa. Pero al final de la novela, Fidel Castro como planificador del asalto al Cuartel Moncada y los rebeldes de Sierra Maestra como organización resultan impecables, sublimes, y hasta hay un poco de épica en la batalla de Bahía Cochinos.

Para mí le sobran, por lo menos, 76  de las 576 páginas, y es por la erudición no solicitada.

No sé si esto interesa a alguien, pero yo, de cualquier modo, la recomiendo.

Posdata. En estos días he estado viendo detenidamente todo lo que en el blog "segunda cita" se eccribió sobre mí.
Antres una aclaración a los no iniciados: en Cuba a los que se oponen al régimen los llaman "gusanos". Es algo que sabía y no daba importancia, hasta que me lo han llamado. Me parece que la palabra es mucho más denigrante que la que daban los franquistas a sus opositores; "rojos".
Mucha gente, ayer, hoy y para siempre, se considera y se autodefine con orgullo de "rojo". Yo no creo que me considere nunca un gusano, ni que nadie lo haga aunque no tengo contacto con "gusanos" que vivan en Cuba. Como no soy un gusano, no tengo intención de hurgar en el cadáver de Fidel Castro. De cualquier modo, si ser gusano es no estar de acuerdo con los acosos que la libertad sufre Cuba, y que creo que ya hace varias décadas debieron hacer elecciones libres en aquel país, me enorgullece que esos intransigentes me tilden de gusano.

7 comentarios:

  1. Yo la leí hace muchos años y descubrí a un escritor que desconocía.
    Has hecho muy buen resumen y crítica del libro. Te felicito.

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  2. Estimado Juan:

    Muchas gracias por difundir la obra de un grande de la literatura Latinoamericana. He disfrutado mucho este breve paseo por la obra de Carpentier.

    Debo confesarle que de Carpentier he leido muy poco, solo dos libros y un ensayo, "El reino de este mundo", "El siglo de las luces" (obra que se llevo al cine cubano) y "La ciudad de las columnas". Coincido plenamente con usted en que resulta una lectura muy densa.
    Carpentier fue reconocido como uno de los primeros escritores que introdujo el neo-barroco en América Latina. Existen dos aspectos poco conocidos de su vida y obra. Carpentier realmente nació en Suiza (no en Cuba como muchos pensamos) y ademas fue pianista y escribió varios textos de obras musicales.

    Sobre el "Domingo Rojo" le diré que en mi humilde opinión, Silvio Rodríguez y la orquesta Los Van Van han sido los grandes cronistas de la sociedad cubana en los últimos 40 años. Silvio compuso una canción muy bella que tambíen aborda el tema del Trabajo productivo o Domingo Rojo, llamada "Supón".

    Domingo Rojo se denominaba a las jornadas de trabajo voluntario (gratis) que se realizaban los Domingos (dia de descanso semanal). El creador e impulsor del trabajo voluntario en Cuba desde los primeros años de la revolución cubana fue Ernesto Che Guevara.

    Yo participé en algunas jornadas junto a mis padres cuando era pequeño. De aquellas jornadas de Trabajo Voluntario solo recuerdo que eran totalmente improductivas, solo se asistía para cumplir con una agenda política y como forma de sociabilizar, como bien dice Silvio en una de las estrofas de su bella canción "Supón", cuando conoce a una bella muchacha:

    Supón que me presento como amigo,
    que te pregunto nombre y profesión,
    que miro al suelo y digo que ha llovido
    u otro comentario sin razón ...

    Luego, en mi época de adolescente, tuve que realizar obligatoriamente (no voluntaria) extenuantes labores agrícolas en una escuela en el campo, donde me becaron obligatoriamente durante tres años como única forma de poder acceder a la educación "gratuita" y estudiar el nivel preuniversitario.

    La fracasada zafra azucarera de los 10 millones, en 1970, se nutrió de trabajo voluntario. También el cordón de La Habana, que prometía café por la libre, y el plan ganadero Niña Bonita, ambos convertidos en un verdadero desastre. Es por eso que muchos se preguntan qué beneficios ha aportado "el trabajo voluntario", cuando Cuba sufre de una economía en bancarrota que jamás fue estable ni próspera .

    Actualmente el trabajo voluntario no es capaz de movilizar a ningun joven cubano. La actual sociedad cubana esta metalizada, por lo que se ha desechado la práctica de ese método que apelaba a la conciencia socialista.

    Cincuenta y dos años años les ha tomado a los hermanos Castro reconocer que el modelo que le han impuesto a 11 millones de cubanos no funciona. Ahora comenzaran a improvisar nuevamente con el destino de su pueblo....y todavía existen personas como Silvio Rodriguez que defienden y alaban a esos dictadores tropicales.

    Aunque Silvio hoy continua defendiendo, o simula defender, las ideas socialistas por puro oportunismo político, en el fondo no le preocupa realmente el rumbo económico que tome nuestro pais. El es millonario, posee varias mansiones, estudios de grabaciones, autos caros y modernos, cámaras fotográficas de 3000 dólares, entra y sale de Cuba cuando desea, posee libre acceso a internet, vacaciona en Europa, los buenos vinos y carnes no faltan en su mesa, en fin....no padece las penurias en la que esos dictadores han sumido a los cubanos por caprichos y políticas económicas fracasadas.

    Tanto el trabajo voluntario como el socialismo han resultado un fiasco. Un desperdicio de vida, energías y tiempo.

    Este comentario será publicado en el blog de Silvio Rodríguez.

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  3. Juan:

    No se sienta ofendido por que le han llamado gusano en el blog Segunda Cita. Hace mucho tiempo asumí ese calificativo y hoy lo llevo con mucho orgullo. Lejos de humillarme me enorgullece, no solo porque representa a quienes estamos en contra de la represión y el encarcelamiento de las ideas, sino tambien porque representa a los que nos encargamos de vestir y alimentar a los comunistas en Cuba.

    La revolución cubana fracasó en ese empeño y hoy resulta decepcionante para muchos comunistas, que nos "llamaban" gusanos, interiorizar que actualmente somos los gusanos quienes les facilitamos, a traves de nuestras remesas, una vida digna y decorosa para no sucumbir en la pobreza y el hambre.

    Esos que le llamaron gusano no se detuvieron ni un instante a analizar o debatir la opinión que generó su enérgico comentario. La primera, elemental y mas primitiva reacción fue ofenderlo y desacreditarlo.

    Adelante Juan, entre en este Club de Onicóforos. Quizas no seamos las bellas y coloridas mariposas de primavera, pero respetamos las opiniones, la libertad individual y debatimos sobre ideas.

    Saludos.

    Este comentario será publicado en el blog de Silvio Rodríguez.

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  4. (Este comentario fue publicado en el blog de Silvio Rodríguez).

    Hola poeta. Ya regresé de Cubita La Bella.

    Pasé frente a su Mansión habanera el Domingo 2 de Enero, eran las 4.30pm. Todo muy bonito, tranquilo y oculto tras esos altos muros que impiden las indiscretas miradas del proletariado hacia el idílico mundo burgués.

    !!!Esta en candela nuestro terruño!!!. Quitaron el jabón por la libreta, los cigarros, no hay arroz, etc, etc, etc.

    El colmo es que no hay ni Sal de cocina..... !!!! en una isla rodeada de agua salada !!!!. Le informo esto porque sé que en su sistema de vida elitista quizas no se entera de estos pequeños detalles populares.

    Me extrañó?. Estoy seguro que si...tanto que hasta se fajaron entre ustedes.

    Vamos, que no se diga. En este blog, donde todo es tan predecible e ideológicamente aséptico, no es para que sucedan ese tipo de fricciones.

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  5. (Este comentario fue publicado en blog de Silvio y para todos aquellos que puedan mal interpretar mis críticas al sistema de vida del poeta).

    Silvio, permitame aclararle que no me molesta en lo absoluto que usted disfrute de un sistema de vida burgues, camuflado bajo ese disfraz de humilde trovador. Todo el patrimonio logrado por usted ha sido producto de su talento y dedicación al arte.

    Lo que me molesta es que desde su pedestal dorado apoye y glorifique a quienes imponen un sistema de vida miserable y austero a su propio pueblo.

    Me molesta que usted defienda y haga propaganda política a favor de un régimen que explota y oprime, un régimen cuya principal virtud es la falta de derechos y libertades de sus ciudadanos

    Usted goza en Cuba de todas los lujos, derechos y libertades, excepto la de poder decir lo que realmente piensa.....que triste verdad?.

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  6. Silvio Rodríguez dijo:

    Más que mi opinión, los estudios demuestran que de México y de otras regiones de América se conservan instrumentos y músicas precolombinas; pero en el caso de los aborígenes cubanos no se conserva nada de eso: apenas unas vasijas e instrumentos rudimentarios que se han encontrado. Al parecer los autóctonos cubanos estaban en etapa alfarera y trabajaban un poquito el oro que encontraban en los ríos, que no era mucho.


    Lágrimas Negras dijo:

    Poeta, como se le ocurre decir esa barbaridad?.

    A los indios cubanos precolombinos le debemos la creación de dos instrumentos musicales muy importantes, la Maraca y un tambor ahuecado al que llamaron "Mayohuacán".

    La Maraca aborigen cubana estaba formada por dos tallos de magüey adheridos que contenían piedrecitas en su interior.

    Lease el diccionario musical de Helio Orovio...

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  7. (Aqui pueden ver como luego Silvio utilizó mi aclaración a su comentario sin citar el verdadero autor)

    Silvio Rodríguez Domínguez dijo...
    Grupo.Yolteotl: una amiga mía me acaba de aclarar que

    "A los indios cubanos precolombinos le debemos la creación de dos instrumentos musicales muy importantes, la Maraca y un tambor ahuecado al que llamaron "Mayohuacán". La Maraca aborigen cubana estaba formada por dos tallos de magüey adheridos que contenían piedrecitas en su interior. Lease el diccionario musical de Helio Orovio...".


    Lágrimas Negras dijo:

    Gracias por lo de "amiga"
    Me alegra saber que vamos confraternizando y comprendiendonos mejor.

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