sábado, 13 de abril de 2013

LA FORJA DE UN MELÓMANO (3)


LA FORJA DE UN MELÓMANO (5)

No sólo de la música de los expositores horizontales vivía uno. En una tienda de música llamada Ávila Musical donde se vendían los LP de Deutsche Gramophon a 695, también  tenían un expositor vertical con las cintas de la colección RTVE a 195 pesetas, que para mí estaban dotadas más garantía que las compradas a la intemperie del rastro, y siempre lo tuvo el hecho de que fueran en su día “anunciadas en TVE”. De allí tengo grandes versiones, la de las Cuatro Estaciones por la “Salzburguer Kammerocherter” dirigida por el Prof. Alexander Von Pitamic;  brillante y briosa, como las cien mejores que haya, sin que pueda decirse que ninguna sea menos buena que otra, pero ésta es la mía. La mía fue la versión que un joven de mi pueblo, que se dedicaba a vender cintas grabadas por su casette de doble pletina en el rastro de Salamanca,  copió y vendió  con tal éxito que volvió a pedírmela para sacar más copias para su modesto negocio.


Mi primer amor del más pianístico de los músicos: Rachmaninof, es un “momento musical” esta obra es  intranscribible para guitarra, creo que porque es inimaginable para otro instrumento que el piano, es uno tres movimientos musicales  que interpretó para “URSS Melodía”  P. Serebryakov, que en esta cinta nos toca también el segundo concierto con la Sinfónica de Leningrado dirigida por Yu. Serebryakov.

Otra cinta que oí cientos de veces era una de la casa Hispavox música de salón, por Jörg Demus. Piezas breves justas y deliciosas, muchas de ellas transcripciones para piano: Sicilana de Bach,  Gluck danza de los espíritus bienaventurados, Mendelsson, Faure, Franck, MacDowell, Debussy...

Tampoco puedo dejar de recordar que una de las primeras cintas baratas que conseguí por oferta de lanzamiento de la colección Sarpe fue la Sinfonía nº 40 de Mozart por la orquesta de Cámara de Moscú dirigida por Rudolf Barshai, todavía me acuerdo del anuncio en la televisión en el que una orquesta preparada para tocar se callaba al sonar esta música en un tocadiscos. Hermosa e insuperable versión.

El descubrimiento de la música de cámara pura me llegó después del “quinteto la trucha” con estos cuartetos de Haydn de la casa Movieplay. Esta cinta tenía el “cuarteto del emperador” que incluye el himno musical alemán, el “cuarteto de las serenatas” y el “cuarteto de las alondras” y me molesto en copiar los nombres de los artistas que me los desvelaron (a mí y a mi amigo Luis Represa, que esta era una de las cintas que más le gustaban)

Los cuartetos suelen tener un nombre, pero este no lo tiene: Antonin Novak, Dusan Padula, Josef Pdjukl y Jeroslav Chovanec; muchas gracias a todos. 

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