miércoles, 17 de septiembre de 2014

Retales de impresiones

Vista desde los museos Vaticanos
Una amiga me hizo notar que no solo Roma esta muy conservada urbanísticamente "a ras de cielo", sino que también han respetado el pavimento antiguo. Éste es el centro de la capital italiana, lo que en Madrid sería la rotonda de Cibeles. Aquí vemos los adoquines originales, no creo que sean los que pisó César a su vuelta de la Guerra de las Galias, pero sí, al menos, los que transitó la Vespa que conducía Gregory Peck con Audrey Herboum en la parte de atrás. Es una filosofía; en España  se reasfaltan las calles siempre que se puede. (Ahora se está notando que no se puede reasfaltar ni las carreteras que lo necesitan imperiosamente) Privilegiamos las ruedas y los amortiguadores de los coches. Prefiero el modelo romano, conservar lo que sirve y es bonito. Que se aguanten los coches y vayan más despacio. (aunque tampoco en Roma se consiga, por lo menos, no se les pone tan fácil)
Además de los cortes de circulación de las operaciones asfalto, los romanos y los visitantes se libran de los poco sanos olores del alquitrán caliente, y también de los patinadores urbanos.










Cosas que me llamaron la atención:
La calle de la humildad, en una ciudad tan soberbia como es Roma

El tamaño de las monedas primitivas, (mi mano no es precisamente pequeña)

Y un "sostén" de pene de mármol, que había en uno de los dos discóbolos del Museo Nazionale Romano

No hay comentarios:

Publicar un comentario