viernes, 6 de febrero de 2015

Tiempo de silencio, un clásico pendiente

El año 1964 aparte de nacer un servidor y Dracen Petrovic, Induráin y Sabonis y publicarse Rayuela, la literatura española perdió a Luis Martín Santos que vino a morir de modo prematuro como suele suceder en un en un accidente de automóvil como Albert Camus
Este libro es un clásico de los que mandaban leer en el Bachillerato. Yo sólo recuerdo un comentario de texto sobre la descripción de las chabolas que hicimos en 1º de BUP, pero nunca me obligaron a leer la obra completa. Desde entonces supe de su valor, incluso intenté leerlo. Hace poco pude comprarlo. Así que lo tenía pendiente. Estas vacaciones fue mío.
Es un libro exigente para un lector poco avisado, así que agradezco mucho que no me obligaran a leerlo prematuramente. A los 32 años, saldando cuentas, leí el Quijote con provecho. Aún no he leído La Celestina, que fue obligación que solventé como pude a los 14 años.
Este libro contiene mucha cosmología, mucha ciencia, (su autor era médico de profesión Licenciado por la Universidad de Salamanca, además), contiene no poco inglés, palabras "estirajadas" mucha digresión y una trama sórdida dibujada sólo con una fina línea. A seguirla me ayudó que haya visto dos veces la adaptación cinematográfica que se hizo en los 80 ó 90.
Pero es un libro imprescindible de la literatura en español, de la literatura universal; aunque ya no creo que en la universal se lean historias tan abigarradas, (en cualquier caso las rayuelas, los ulises...) y menos para descubrir algo que no fue bien descubierto en su tiempo. Pasa algo así con la música contemporánea, o la pintura la de los 60: eran mucho más atrevidas que la actual.
Yo recomiendo este libro publicado en 1961 porque, aunque no sea sencillo, es muy bueno.  

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