lunes, 15 de febrero de 2016

LIMPIEZA DE SANGRE

Eso dicen que se exigía por los siglos inquisitoriales.  http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/02/12/madrid/1455270084_020990.html
Parece que ha descarrilado la idea de cambiar muchos nombres de calles de Madrid. Hay un catedrático que presentó un estudio en el que deberían excluirse de este reconocimiento a personas como Josep Plá, Alfonso Paso, Dalí, Joaquín Turina por haber preferido a los sublevados, por haber aceptado o desempeñado cargos, o por haber sido recibido por Franco. Eso es una gran injusticia para estos artistas, conocidos por su obra tan relevante, que fueran postergados por sus simpatías o antipatías políticas . Sobre todo, es que en una democracia se puede tener y manifestar una ideología, y una visión de la historia y de la política. Faltaría más.

Esta "revolución cultural maoísta" que se pergeñó hubiera sido una barbaridad e indirectamente una censura a estos artistas. ¿Se podrían, a partir de esta desposesión de honor, representar las populares comedias de Alfonso Paso?Y aunque no se prohibieran, si alguien lo programa o va a verlo será franquista ¿No?.
Mas estúpido todavía: ¿Habría que bajar a los sótanos del museo Reina Sofía los cuadros de Dalí, porque Franco le recibió en su palacio y -quizá- pasaron un día juntos?

Es otra vez Podemos el que anda detrás de esta majadería. Yo soy contrario, y lo he escrito por aquí, a que los nombres de las calles homenajee a Yague, Queipo de Llano, Franco... nombres impuestos de unos contra otros.

Hasta que homenajeen a José Antonio Primo de Rivera soy contrario. José Antonio es una figura fascista. Aunque la sublevación militar le pillara en la cárcel y no fuera responsable de matar a nadie, como Franco, estuvo al lado de los crucifijos presidiendo las escuelas. Toda su relevancia es política, es un símbolo de unos contra otros.

Por ir al lado contrario, lo mismo le pasa a Dolores Ibárruri, la Pasionaria, No tiene sentido que tenga calles, teatros o institutos a su nombre. Es una figura simbólica de la división y de la Guerra Civil, aunque haya sido una figura política sin responsabilidad y tampoco mandara matar a nadie. Y nadie me diga que es una política de la democracia porque fue elegida y entró a las cortes de 1977 del brazo de Rafael Alberti. Es como si dijeran que Alberti es un diputado del Partido Comunista, y no un poeta.



Dar el nombre de una calle a una persona significa un homenaje, un orgullo de ser un paisano o una didáctica para ensalzar a alguien ejemplar. Los poderes públicos han de evitar que se ensalce a gente que haya tenido preponderantes comportamientos violentos, delictivos y que sea un referente del enfrentamiento como lo son Jose Antonio y Pasionaria. Las placas de las calles no son un lugar para para humillar, ofender o demostrar quien manda.

Para gobernar hay que estar bien cargado de razón. La iconoclastia por la iconoclastia y la provocación por la provocación: "ahora se van a enterar éstos..." son nefastas en sí mismas.

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