lunes, 13 de junio de 2016

¡Las armas las carga el Diablo, estúpidos!

No he vivido en un país enorme donde mis antepasados ocuparan el espacio a base de matar indios "salvajes". Quizá por eso no comprenda esa mentalidad de rancho rodeado de indios o forajidos.
Pero esa "libertad" de comprarse armas va a ser muy nefasta el siglo XXI.

En estos siglos de matanzas cibernéticas y cinematográficas, hay y habrá  mucho "héroe", o resentido por cualquier causa, dispuesto a batir records, incluso a morir matando; porque estos asesinos ya no matan gente, sino, gracias a estás armas automáticas, números. Parecen ignorar que solo hay una vida, solo una salud; y familiares y amigos quebrados para siempre.
No se le puede dejar a la gente libre acceso a las máquinas de matar: va a correr mucha sangre y, casi toda, inocente.

Me duelen mucho esos 50 muertos de Orlando, gente que quería ser libre de vivir. Hoy también me duele el triste dolor recordatorio de decenas de madres noruegas y francesas, belgas, irakies, sirias... Creo que todas las madres, incluso la mía, que no ha sufrido estas horribles tragedias, están muy dolidas hoy.

Hoy me alegro de vivir en un país viejo y escarmentado, por el terrorismo que hemos sufrido hasta hace poco tiempo,  y por la guerra civil en la que hace 80 años se armó al pueblo causando tantos asesinatos en la retaguardia.
Si alguien quiere matarme, o matar a la gente que quiero, no le será tan fácil,
Alguna sabiduría teníamos que tener. Lo siento.

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