lunes, 20 de marzo de 2017

SOBRE EL NACIONALISMO (2)


Realmente tiene muy poco sentido el nacionalismo en el siglo XXI. Hoy todo nos concierne, anteaayer vimos a una mujer llena de barro en Perú, emergiendo de un montón de maderos. Nos conciernen los destrozos del Estado Islámico en la arqueología mesopotámica, nos concierne el asesinato del hermanastro del sátrapa de Corea del Norte en Malasia. Nos concierne Fukushima que está de aniversario y no hay quien lo pare. Los refugiados, las hambrunas, los brotes racistas, Ucrania, La Amazonía, el Ártico... la lista es enorme.
Hoy, especialmente los jóvenes que se han movido por Europa, todos tenemos amigos internáuticos. Y, como los sentimos cerca, estamos concernidos por lo que les pasa, tratamos de entender y tratan de entendernos.
¿Es lógico que sigamos en la dinámica de estados, cada uno haciendo la guerra por su cuenta, o mirando para otro lado, diciendo "esto no me compete"?
Todo nos compete y la única salvación del mundo es actuar con unos criterios mundiales, porque no vale, por ejemplo, que unos países acuerden reducir emisiones si en otros se puede contaminar todo lo que se quiera sin límite.

El estado surge para superar el feudalismo, para crear un ejército común y no ejércitos privados, para imponer el derecho con policías y jueces.
Por mucho que hayan descubierto 7 planetas a cincuenta años luz, nuestra única casa es esta, y lo será por muchas generaciones (si somos capaces de sobrevivir como especie muchas generaciones).
Todos somos iguales o bastante parecidos: nos gusta la fiesta, comer todos los días, sonreír, el humor, la música, los animales, la paz, la comodidad... Hay matices, pero cada vez tenemos más cosas en común, y también debemos estar más dispuestos a entendernos, porque nos conocemos más.

Esta claro que como especie no deberíamos seguir creciendo, que nos paremos en ocho mil, que luchemos contra la erosión, contra las nuevas enfermedades -esos virus que serán resistentes a los antibióticos-, que luchemos en común, contra las enfermedades corrientes y contra las raras, que pongamos un fondo común para nuestra seguridad militar, alimentaria, ¿por qué no prevenimos las catástrofes, en lugar de llorar y compadecernos cuando nos las pasan por televisión?  
Muchos tenemos hijos y queremos que vivan seguros, tranquilos y felices en el mejor de los mundos posibles.
Es estúpido pensar que una corriente de miedo inducido, nos haga gastar energías en el odio, en el egoísmo, en la exclusión, domine y empuje la fraternidad universal para atrás. No es fácil ni pueden desaparecer las fronteras en un año, pero deberíamos ponernos el horizonte de que puedan desaparecer en 100 años. Debemos impulsar una razón universal que nos vaya encauzando.
Todos los hombres y mujeres debemos ser iguales, ninguno puede ser feliz deseando que los de su país sean más ricos porque logren empobrecer a otros.
Hace poco leí un libro sobre la batalla de Lepanto, en él se usaba la palabra “chusma”. Resulta que la chusma eran los remeros, aquí no tiene una connotación negativa, había buena chusma si los remeros remaban bien, a veces eran presos que cumplían condena en las galeras, como le pasó a Ben Hur, de ahí viene la connotación que conocemos.
Nadie humano debe ser chusma para los otros. Todos vamos en el mismo barco, y debería ser bien gobernado por alguien que sepa hacerlo. Así podemos remar coordinados y llegar a un buen puerto.


ESTOY POR LA CREACIÓN DE UN PARTIDO MUNDIAL, CUYO OBJETIVO SEA IR LIMANDO ASPEREZAS, CONCILIAR A LOS HABITANTES DEL MUNDO PARA EN UN LARGO PERIODO, UNIRNOS. 
El futuro solo será feliz así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario