martes, 19 de septiembre de 2017

Sobre Cataluña (y van nosecuántos)

De verdad que estoy deseando que pasen estas dos semanas a ver qué pasa; sobre todo, a ver si nos dejan en paz, que no creo, con esta murga.

En toda mi vida estuve una semana completa de vacaciones en Barcelona en 2008 y luego, ya en está década, varios días en las provincias y capitales de Lérida y Tarragona. No tengo demasiada estancia para opinar estadísticamente, de primera mano. En los todos los lugares, (salvo en el pueblo de Cervera, que dimos con gente más intransigente) me sentí totalmente en España: ningún problema con el idioma oral, porque siempre nos respondieron en español con toda naturalidad. Me fijé que mucha gente hablaba español en su conversación habitual. (tengo que aclarar que fui en agosto, quizá los catalanes "pata negra" estaban de vacaciones) Eso sí; sobre pintadas o banderas, colgando había, y eran casi todas de la misma clase.

No descarto que yo me sintiera en España porque quería sentirme en España: de esta manera maximizas lo que te gusta y minimizas lo que no te gusta. Seguro que le pasa lo mismo a gente que va a Cuba a ver el paraíso, probablemente verán el paraíso porque cerrarán los ojos a lo que no les guste, y si van a ver el infierno de las carencias del régimen, serán incapaces de ver alguna virtud.

Hoy quiero escribir sobre la ingente burocracia que puede generar toda esta historia de la pretendida independencia.
Mucha gente no se dará cuenta de toda la interdependencia económica y social que hay entre Cataluña y España, y menos de que permanecerá mucho tiempo. Muchísimo: no tenemos más que ver que todavía no se ha ha dado ningún paso práctico respecto al Brexit y eso que estamos hablando de una isla que entró en el año 1973 y que siempre se ha echado para atrás en todo lo que fuera integración europea. Cataluña no es ninguna isla, y nunca fue independiente, así que habrá que poner aduanas y delimitar fronteras. Desde los Reyes Católicos que, por ejemplo, recibieron a Colón en Barcelona, hasta Don Quijote que pierde su duelo final en las playas de Barcelona hay cientos de miles de asuntos españoles que nos pasan en esa región.

Si hubiera independencia surgirían millones de problemas familiares, pondré un sencillo ejemplo:
Hay muchos ancianos que pueden vivir en un pueblo de Aragón o de Murcia y que tengan sus hijos viviendo en Cataluña. Cuando el anciano se hace dependiente ¿podrán llevarlo a Cataluña a la casa de sus hijos y con su derecho a la sanidad? ¿o será rechazado por ser español? lo mismo puede suceder en muchos casos al revés. El tráfico económico empresarial, garantías de producto, convalidación de títulos académicos, faunas, fuegos, vertidos industriales, responsabilidad civil por daños..., cientos de aspectos de la vida que yo soy incapaz de imaginar ahora mostrarán todo lo implicados que estamos y que al ser imposibles de  separar salomónicamente tendrán que ser negociados para que sean compensados con dinero. Eso es lo que lleva haciendo la antigua comunidad económica europea, -hoy Unión Europea- con reuniones semestrales de los líderes, presidencias rotatorias, enormes edificios, millares de funcionarios, marchas adelante y marchas hacia atrás, creando y no destruyendo, pero con enormes costes económicos.
Seguramente hay más de un par de millones de catalanes a quienes les repugna que les digan que son españoles y que les molesta tener un DNI español y un pasaporte en el que dice España y no quieren saber nada de lo que pasa detrás de Lérida o debajo de Tarragona. Pero es imposible o costosísimo en dinero o en tiempo hacer tabula rasa de todo lo que nos une y aislarse sin violentar un montón de derechos fundamentales de las personas; de mucha gente neutral, de mucha gente "española", y de ellos mismos. Seguramente para poder aislar, marginar, expulsar todo lo español de allí, (tarea para varias generaciones) como si fuera una enfermedad. Todo para tener un pasaporte en el que se lea "Catalunya", recaudar y gastar todos sus impuestos, y  para tener una selección catalana de fútbol que pueda enfrentarse a la selección española.

Creo que no sucederá, pero si sucediera se darían cuenta de que no merece la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario