miércoles, 6 de septiembre de 2017

Toulouse la ciudad roja, o rosa (viaje a Francia 6)

Después de pasar dos días enamorándonos de Burdeos, tan clásicamente francesa que casi toda ella podría servir de decorado para una película de los tres mosqueteros, llegamos a otra ciudad mucho más moderna en apariencia, pues se dedica a la industria aeroespacial, y no al vino como la girondina.

Como fuimos en coche y yo no gusto de pagar decenas de euros por aparcar en un hotel o en un aparcamiento de pago, siempre dejamos el coche a las afueras. Caminando bastante, además con el tostón del equipaje, se nos aparecía una ciudad cualquiera moderna, con canales, con buenas avenidas, que los franceses hacen tan bien...; pero decepcionante, más todavía con la miel bordelesa que nos quedaba en los labios

Nos pasa casi siempre, y eso es lo mejor, ir de menos a más, para terminar enamorándonos. Cierto es que una ciudad con ladrillos rojos de antes (como pocas) y ladrillos rojos de ahora (como casi todas) contrasta mucho con las piedras calizas de Burdeos. Tardamos en dejar de lamentarnos ¿Dónde nos hemos metido?...y habíamos tomado dos días de hotel.
Pero quien busca halla, especialmente si busca donde hay. Toulouse comparte con Burdeaux el río Garona, el ser lugar de paso del Camino de Santiago, y el buen gusto, y el arte.
Palacio renacentista.
Basílica de San Sernin (San Saturnino) es de estilo románico. El campanario es posterior.
Plaza principal o del Capitolio, aquí tuvieron dinero para encargar piedras con las que combinar el ladrillo.
Atardece contemplando el río Garona

Un ejemplo de ladrillo rojo de ahora

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